Ojalá pudiera contarte
Todo lo que me haces sentir:
–Desde lo visceral a lo cutáneo–
Desde el cosquilleo suave del vientre,
Hasta el nudo erizado
Que se inserta a veces en el pecho.
Así como todo en la vida;
Siempre todo ocurre –a veces–
Como los latidos que me regalas
Cuando tú corazón pestañea,
Así como coqueteando con mi alma.
O tal vez cuando tus manos
Se convierten en movimiento platónico
Al unirse con las mías.
A veces quisiera contarte…
¡Tantas cosas! –a veces–
Como cuando se me paraliza
Cada músculo, cada partícula
Al sentirte cerca.
Cuando me sorprendes con esos
“minúsculos detalles”
Que transforman mi mundo
En utopía.
La vida me ha entregado tanto
Desde que estás aquí…
Cada suspiro, cada caricia,
Cada mirada; no cabe en
Ninguno de estos versos
Que te escribo.
Y sin embargo, lo seguiré intentando.
–Me congelo, me petrifico y
Finalmente desvanezco–
Sumida en el letargo cerúleo
De tus besos;
Donde el cuerpo y el ánima
Se queman y consuman
En el amor mismo.
–Somos entonces
Agua de la misma rivera,
Herida del mismo puñal–
Cobijados por siempre y para siempre
Bajo este universo infinito e inagotable,
Solamente comparable con esta
Inmensa tormenta que desatas en mí.
–Estruendosa e implacable–
Como los remolinos de fuego
Que emergen de mis adentros
A cada segundo que tus ojos
Destellan en este lugar,
Que parece muerto sin tu luz,
Sin ese brillo relampagueante y fulminante;
Que me mata y a su vez me hace vivir.
*Nota al lector: Dedicado a mi muso inspirador... te amo amor, felices diez meses!!! (L)